¿Quieres llegar más rápido al cielo? Aquí te digo uno de los secretos
Como vemos no podremos ir al cielo si nuestra alma está manchada de las “penas temporales” como consecuencias del pecado que hayamos cometido. De ahí que la Iglesia saca del baúl de gracias que Jesús le ha dado, un tesoro llamado indulgencias.
Las indulgencias pueden ser plenarias o parciales, dependiendo de si la indulgencia limpia todo o parte de las “penas temporales”. Podemos decir, continuando el uso de la imagen de la madera, que quitan todos o parte de los huecos en la madera.
Para obtener alguna de las indulgencias plenarias es necesario 4 cosas:
- Haberse confesado antes, durante o después del día en que se obtiene la indulgencia. Usualmente puede tomarse como referencia ocho días antes u ocho días después de hacer la indulgencia.
- Haber comulgado antes, durante o después del día en que se obtiene la indulgencia. Igual que la confesión, puede hacerse ocho días antes u ocho días después de hacer la indulgencia. Es preferible hacerlo el mismo día de la indulgencia.
- Haber rezado por las intenciones del Sumo Pontífice. Basta con un Padre Nuestro y un Ave María.
- Hacer la acción que conlleva la Indulgencia.
En el último manual de la Iglesia referente a las indulgencias, Enchiridion Indulgentiarum, se pueden enumerar las cuatro acciones que podemos hacer cada día para obtener una indulgencia plenaria. Según las directrices del manual, solo es posible obtener una indulgencia plenaria diaria, por lo que de estas cuatro acciones podemos escoger la que más nos convenga. Ahora bien, no significa que debamos dejar de hacer las otras tres si nos son posible hacerlas, ya que nos beneficiarían espiritualmente.
Visita al Santísimo Sacramento
Podemos obtener una indulgencia plenaria si hacemos una visita al Santísimo Sacramento para adorar a Jesús presente en la Eucaristía por al menos media hora. No es necesario que el Santísimo Sacramento esté solemnemente expuesto. Se entiende que es válida la visita al Santísimo Sacramento aun cuando se encuentre en el Sagrario o Tabernáculo.
Recitación del Santo Rosario
Se puede obtener una indulgencia plenaria si Recitamos el Santo Rosario a la Virgen María de manera personal (una sola persona) en una iglesia u oratorio. También podemos obtener la indulgencia si lo recitásemos en grupo (2 o más personas) en una iglesia u oratorio, o en familia, o en comunidad religiosa, o en una asociación apostólica, o en un grupo de fieles que se hayan reunido para una buena causa. No es necesario rezar todos los misterios del Rosario en un solo día, con rezar un grupo de misterios, es decir cinco misterios, es suficiente. Eso sí, es importante que se mediten devotamente los misterios que se escojan para ese día. Si se recita el Santo Rosario de manera pública, es decir en una Iglesia u oratorio en un grupo de personas, cada misterio del Rosario debe ser anunciado según la costumbre del lugar. Si se reza de otro manera, con añadir la meditación de los misterios a la oración vocal es suficiente.
Lectura de las Sagradas Escrituras
También se cosigue la indulgencia plenaria si se lee a manera de lectura espiritual y devotamente las Sagradas Escrituras por al menos media hora. Las Sagradas Escrituras deben de ser aquellas aprobadas por la Iglesia, como por ejemplo, La Biblia de Jerusalén, La Biblia Latinoamericana, La Nácar-Colunga, entre otras. Para aquellos que no puedan por alguna razón leer directamente de las Sagradas Escrituras, se le aplica también la indulgencia si es escuchada cuando alguna otra pero la esté leyendo o por medio de algún video o audio.
Ejercicio del Vía Crucis
Por último, podemos obtener una indulgencia plenaria si hacemos el ejercicio del Vía Crucis. Por medio del Vía Crucis, recordamos los sufrimientos de Jesús y sus actos antes y durante su final en la Cruz. El ejercicio del Vía Crucis se puede hacer solo o en grupo, pero debe de llevarse a cabo siguiendo las estaciones debidamente erigidas. Normalmente, en todas las iglesias en su interior existen 14 cuadros o símbolos que corresponden a las 14 estaciones del Vía Crucis. En otras iglesias, existen las estaciones como parte del jardín alrededor del edificio. Es importante que durante el ejercicio del Vía Crucis, podamos movernos de una estación a la otra. Si se hace en grupo y alguna persona le es imposible moverse de estación en estación, con que el que dirija el ejercicio se mueva entre ellas, es válido para obtener la indulgencia plenaria. Según la costumbre, se puede seguir el ejercicio usando un manual para el Vía Crucis. Este manual contiene oraciones vocales y meditaciones referentes al ejercicio. No es necesario seguir ninguno de estos manuales, solo basta con meditar cada una de las estaciones para obtener la indulgencia plenaria
Como vemos tenemos cuatro formas devotas de obtener alguna indulgencia plenaria diaria para nosotros o para cualquier alma del purgatorio. De este rico tesoro que nos ha dado la iglesia podemos enriquecernos y enriquecer a otros. No dejemos que este tesoro se pierda en el olvido. Aprovechemos estás indulgencias, pues mediante ellas estamos más cerca de cielo.